Tratamientos

Un tratamiento psicólogico se divide en tres fases: 

Fase de Evaluación

Consiste en recabar la mayor información posible para poder elaborar un plan de tratamiento perfectamente ajustado a la realidad que tiene el paciente. La información recabada ha de responder a tres preguntas:
- ¿De dónde viene el problema? 
- ¿Por qué se mantiene en el tiempo?
- ¿Qué consecuencias tiene para mi?
Con las respuesta a estas preguntas podremos establecer los objetivos de la terapia y decidir cuáles serán las técnicas que empleemos en función de los objetivos que nos propongamos conseguir, es decir, que con la información que la fase de evaluación nos ofrece podremos diseñar un plan de tratamiento

Fase de Intervención

Para poder comenzar con la intervención psicológica es fundamental que entre terapeuta y paciente haya confianza y una muy buena comunicación. 
Se pautarán los objetivos que se van a lograr a lo largo de la terapia y cada objetivo se alcanzará mediante una técnica o varias,  que serán explicadas en profundidad, practicadas en sesion y extrapoladas a la vida real, de manera que el paciente nunca pierda de vista por qué hace lo que hace. Siempre tendrá claro cuál es su objetivo, su meta. 
Durante esta fase el paciente desarrollará las estrategias necesarias para proporcionar bienestar a su día a día y aprenderá a resolver las dificultades que se le vayan planteando por sí mismo. 

Fase de Seguimiento

Esta fase anuncia el fin del tratamiento. El paciente ha alcanzado objetivos, desarrollando las estrategias y los recursos necesarios para aportar bienestar a su vida. Ahora el paciente sabe cómo tiene que lidiar con aquellas cosas que anteriormente le provocaban sufrimiento, está dotado de las herramientas necesarias para afrontar las dificultades, por lo que es el momento  de espaciar las sesiones. 
Las visitas a la consulta del psicólogo serán cada vez menos frecuentes hasta que finalmente se concluya la terapia.